La fórmula, la concesión a la iniciativa privada
Con un esquema de concesiones y nuevas inversiones, Guayaquil se perfila como un puerto de primer mundo dotado con tecnología de punta, expuso hoy el gerente general de la autoridad portuaria de Ecuador, Juan Carlos Jairala Reyes, durante su participación en la reunión de la Asociación Americana de Autoridades Portuarias que hoy concluye en Mérida, Yucatán.
Relató que como el gobierno ecuatoriano no podía invertir los millones de dólares para modernizar las instalaciones concesionó 10 puertos a la iniciativa privada y sólo tiene bajo control 4 puertos bajo el gobierno de Ecuador. Entonces, los resultados fueron impresionantes. Y un ejemplo claro y sencillo fue la instalación de grúas modernas, la ampliación de 300 tomas eléctricas a 3,600 que fue vital para atender las necesidades de la exportación de plátano y el año pasado movilizó 40 millones de toneladas, de los cuales 20 millones fueron de petróleo y 20 millones de carga variada.
Ante el éxito económico e industrial del esquema, el sector prepara nuevas y millonarias inversiones para construir un estacionamiento para 183 camiones pesados con inversión de casi 5 millones de dólares, otros 3.3 mdd para mejorar el sistema de control marítimo, 29.6 millones para dragados, 800,000 para la renovación de la plataforma tecnológica y 3.3 mdd para desarrollar los terrenos donde instalarían un taller de reparación de contenedores.
“Estamos enpeñados en convertirnos en un puerto de primer mundo”, enfatizó el ponente.
En otra plática, los asistentes escucharon la historia impresionante del comisionado Ralph Cowen, del puerto de Brownsville, Estados Unidos, quien fue boleador de zapatos y vendedor de periódicos y su afición al mar lo convirtió en un exitoso empresario del ramo y dirigente portuario.
Con un buen español el experto estadounidense hizo reir a los asistentes al contar sus anécdotas en su aprendizaje del español.
“Soy huero por fuera, pero latino de espíritu”, recalcó.
Contó que cuando iba a comprar pan y empanadas siempre causaba risa, lo esperaban con ansias porque decía: “yo quiero dos docenas de impinadas” eso en referencia a las empanadas mexicanas.
Informó del impresionante puerto de Brownsville de donde llevan y traen aceros para Monterrey, San Luis Potosí y Saltillo. Joaquín Chan Caamal.
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